Detras de unas gafas

 No sabia que pensar, mi mente giraba en torno de decisiones equivocadas que guiaban mis ojos solo hacia el, recorría su cuerpo poco a poco intentando memorizar hasta los mas profundos detalles 

Su cuerpo esbelto y fornido solo podía llamar mi atención, tanto incluso que mas de una vez había descubierto que lo observaba, que hazaña tan equivocada la mía al creer que podía mirarlo tan descaradamente sin ser descubierta. 

Tenia el cabello crespo como un caballo, era una comparación graciosa pero irónicamente real, era alto, muy alto y demasiado delgado para su contextura, pero a ella le fascinaba observarlo con un leve movimiento de su barbilla. 

sus brazos parecían delgados pero en realidad eran musculosos, estéticamente interesantes y sobre todo, tatuados, ella adoraba eso, le daba cierta personalidad. 

Perdida en sus pensamientos he incluso deseando poder observarlo durante el día completo, no se percato de que aquel hombre comenzaba a acercarse a ella. 

Se sentó delante de ella con una sonrisa demasiado molesta, con las piernas abiertas en su dirección y recargando su cuerpo sobre su silla, el la observaba con tanto desdén que le produjo escalofríos, buscaba constantemente mirarla a los ojos pero ella se negaba, jugaba a no entender que esa situación molesta no le gustaba pero, por Dios, amaba poder compartir tales momentos con el, aunque fuera un idiota. 

Engreído, egocentrista, Narcisista y lleno de todas las cualidades negativas que un hombre podría tener, ese mismo era para ella el mejor hombre, en la faz de la tierra conocida y la no conocida por supuesto que también. 

Bueno quizás era algo dura con el pero ella no podía percibir la existencia de un ser que la supere en todo aquello que ella se sentía inalcanzable, por eso adoraba pasar tiempo con él, cada conversación escondía una pelea de egos en la cual ella perdía, se sentía devastada por ello y a la vez una calidez extraña se apoderaba de su pecho. 

Ella comenzó a jugar con sus labios o mas bien a a despellejarlos de a poco mientras lo observaba con el ceño marcado e intentaba no dirigirle la palabra. 

  • Que vamos a comer hoy? 

¿En serio? él pretendía cenar con ella, incluso luego de la pelea mas vergonzosa de su vida, en la cual él se gano la ultima galletita con chocolate de la oficina.  

Rodo los ojos mientras ocultaba aquel impulso de patearle el culo 

-Quizas unos fideos acompañados de tu cariño, ella lo miró con los ojos desorbitados y gesticulando cual personaje de anime, reprimía tal furia entre sus labios que incluso era gracioso verla, cosa que hizo que él, tan imperante como siempre, soltara una carcajada nerviosa. 

Ella se recogió el pelo sobre los hombros he inclinándose hacia el, como si buscara algo mas, se retiro del lugar. 

Una vez que estuvo sola, se sentó con sus auriculares inalámbricos, eligió su canción favorita y comenzó a soñar despierta. 

Tenia 28 años, una vida entera sin haber estado ni cerca de conseguir pareja pero si muchos pero muchos amigos, ella era la amiga soltera, la amiga sin hijos, la amiga con tiempo, dinero y trabajo. 

Seguro ella era la mujer que toda soñadora querría ser, pero nunca era suficiente, ni el dinero ni la estabilidad le quitaban aquella posición de solterona, siempre tía, amiga, compañera, pero nunca aquello que deseaba ser, el alguien especial y único de otro alguien.

Qué se sentiría perder el tiempo con un compañero de vida?

Hizo una mueca y rodo los ojos, sacudió la cabeza, como si aquello también pudiese dispersar todos aquellos pensamientos intrusivos que la atormentaban.

  •  

Tomó su teléfono esperando ver una notificación que nunca llegaría, entro a todas sus redes sociales pero cansada de perder el tiempo, eligió solo escuchar algo de música. 

Nadie te entendería nunca tanto como tu cantante favorito, ¿cierto? 

Se sobresalto cuando lo vio a su lado, apoyo sus manos en la pared y se deslizo hasta sentarse a su lado, con una sonrisa burlona se acomodo a su lado y ambos se quedaron en silencio. 

Fue algo incomodo, pero reclinándose sobre su hombro solo decidió ignorarlo. 


Su cabello se deslizaba sobre el hombro del hombre que mas despreciaba, a la vez el acomodaba su cabeza sobre la de ella, sintió como su pecho comenzaba a hundirse como si algo la presionara contra la pared, se sintió extrañamente cómoda, el era sin quererlo el mejor compañero que tendría y a la vez su mayor enemigo cuando quería estar simplemente en silencio. 

Giro lentamente su cabeza para observarlo, ambos se encontraron a la pequeña distancia de un hilo de aire entre sus narices, mientras se inclinaban por la situación, no podían evitar apegarse un poco mas, en la sintonía perfecta para encajar, ambos cerraron sus ojos para acercarse un poco mas.

cuando estuvieron lo suficiente cerca se buscaron con sus manos para sellar sus labios, se sostenían con firmeza, sus dedos se entrelazaban mientras el la sostenía, sin querer ambos se deslizaron hacia el suelo y el la abrazo estrechándola en su pecho para que no cayera de repente, él se había acomodado en el suelo mientras ella intentaba encajar sobre su cuerpo, era cálido y demasiado excitante, su corazón no paraba de latir emocionado mientras su cabeza intentaba convencerla de huir.  

Se alejo de el tomándolo por los hombros y alejándose con fuerza, se levantó en una sentadilla y se fué corriendo sin mirar atrás. 


 

 

Comentarios

Entradas populares